Publicado en estas fechas octubre de 2013
Por Paco Gallardo
Hace un año y tan actual todo, por ello en estas fechas, tan entrañables,
recordamos un gran día sin Truco y sin Trato.
Son los gustos del público, con su actitud, lo que determinan la fiesta. Hoy con una sociedad completamente urbanista, donde es más cercano el tono de voz del doblador de Mickey Mouse o la cercana halloween con su truco o trato, que acordarnos en estas fechas del Tenorio con todo su sarcasmo y toda su poesía, o emocionarnos con un amanecer en compañía de un ser querido, y no digamos intentar comprender a la naturaleza simbolizada en la embestida de un toro; se nos hace muy difícil.
Es por ello, por lo que los públicos actuales tan preocupados de realizar tantas cosas que la modernidad nos ofrece y tan alejados del mundo rustico del que viene el toro, donde impera otro tiempo, no pueden pararse a observarlo, a diferenciarlo y a diferenciarse en esta aldea global.
Aunque un toro respecto a otro sean muy parecido, son distintos, muy distintos, hasta los hermanos de padre y madre que ya has visto embestir no tienen porqué parecerse. Al toro no solo le observamos los aficionados por sus hechuras, sus formas, queremos y es fundamental, descubrir los arcanos de su bravura, el fondo sobre la forma, aunque esté muy relacionadas, en esto no hay globalización. Cada uno es único e irrepetible, vamos como tu y como yo.
Sin este concepto, jamás valoraremos en su medida una faena, y mucho menos una lidia. !Que importante la lidia! Solo estaremos cualificados para con suerte decir que este pase o aquel es bonito. Avanzaremos parejo a lo que ahora consumimos: mucho y rápido, claro totalmente superficial. La mayoría de las veces con muy mala digestión.
Pues estas cosas no pasaron el domingo 28 de octubre en la finca “Los Varilargueros”, disfrutamos del tiempo y con tiempo, de la hospitalidad de ese gran Torero a caballo que es Pepillo de Málaga, y de la maestría de Fernando Cámara, nuestra alma como aficionados, y por su puesto, del ramillete de toreros y toreras que tuvieron a bien de medirse y encontrarse. Simplemente un día entre amigos y familia. Para muestra os dejo estas fotos. Sin truco y sin trato.
Calentando los motores o apaciguando las mariposas de la barriga
Carlos buscando el más cerca, más despacio y más largo
El toreo es sueño, como diría Calderón, Jose Ramón ya no solo lo sueña
Bonachera y el éxtasis en redondo
Juan al natural en su eterna juventud
Morente a compás, como se canta y se baila, como se vive y como torea Paula
Poderío y sentimiento en el toreo de Curro
Quietud de Tomás ayudando a quien te quiere embestir
El placer de mirarte a los ojos y encontrarme.
Por fin hemos tenido un fotógrafo. Todas las fotos son gentileza del gran aficionado y torero Paco Guerrero.