jueves, 13 de junio de 2019

TENTADERO EN MARIA DEL CARMEN CAMACHO

TENTADERO EN MARIA DEL CARMEN CAMACHO

Deseando volver

Por Paco Gallardo



En el término de Medina Sidonia, se encuentra este tesoro del campo bravo: La Quinta de María del Carmen Camacho, ganadera de bravo y nieta de Don Manuel Camacho, una personalidad que rebasa el término ganadero para poder encuadrarlo.


Don Manuel Camacho da la vuelta al ruedo junto al veterano Luis Miguel Dominguín, un emergente Gregorio Sánchez y el entonces novel Miguelín.  


Amigo personal de Manolete que gozó de su veteranía y sabiduría o del gran torero valenciano Vicente Barrera Camba, al que admira en su juventud, y por el que retrasa su boda un día al torear éste. Manuel Camacho compra junto a un entonces, iniciático ganadero: Don Álvaro Domecq y Díez la ganadería de procedencia Veragueña de Curro Chica. La parte que cae en sus manos la irá dando forma con reses directamente de Villamarta y sobre todo con Núñez.

Con Reses de Núñez principalmente dará forma a su toro
con el hierro de la Corona de Braganza

Con ese hierro en el pernil salieron las tres vacas que pudimos disfrutar en una mañana de ensueño. La satisfacción mayor en todos los participantes fue el observar como terminaron todas yendo siempre a más. Esa fue para nosotros la mayor satisfacción: sentir el regalo a la paciencia y a creer en unas hechuras y comportamientos completamente definidos que conforme mayor era la exigencia mayor fue la entrega. En ese aspecto fue fundamental el acaseramiento de Francisco, mayoral de la Ganadería, y de Curro Vega, hombre de Plata de la veterana y triunfadora en tierras mexicanas: la matadora malagueña Mari Paz Vega. 

Curro Vega asentado al natural

Las tres vacas tuvieron la denominación común de exigir un planteamiento sólido y con hilo argumental: el de las cosas bien hechas. Así disfrutamos tanto como aprendimos de sus reacciones y de sus exigencias.
Hipólito Montes, pulseando y templando la ya entregada embestida de la sangre de Núñez.

José Arévalo sintiendo el toreo

Antonio Palomares, sin abandonar las cercanías torea para la vaca que sin duda se lo agradeció.

Ángel Gil, inicia con la derecha una tanda de acople. Estuvo sensacional también con la capa.

Y el que suscribe, enormemente agradecido por poder mover los trastos donde se han mecido tantos sueños por los más grandes del toreo.

Gracias por la jornada inolvidable.