Viacrucis Gozoso
Por Paco Gallardo
Literalmente “Viacrucis” no es otra cosa que el camino de la cruz. Diferenciarlo de viacrisis que aun nos queda trayecto, no se si por estar en el y no reconocerlo hasta tan tarde o por no considerar los valores que nos propone la tauromaquia, uno de ellos es dignificar a los grandes, reconocerlos como ejemplo y agradecimiento, y tan poco se hace, porque, por lo que se ve, una cosa por sí misma no vale, solo vale "llevármelo calentito" y salir en la foto. Nuestra época.
Pues el camino de la Cruz es el que emprendió Gallito hasta quedar inmolado en Talavera. Pero su recorrido, su obra, su regalo, aún lo seguimos gozando todos los aficionados.
Sin su aportación a la evolución del toro y del toreo, esto sería posible
El nuestro, el camino que ayer emprendimos un grupo de Gallistas, magníficamente guiados por José Morente y Antonio Pineda, fue un camino de gozo, por disfrutar la obra del ingente Gallito.
Parte del grupo en Gelves
Pero,
como viacrucis, no estuvo exento de dolor. Especialmente al percatarnos del mal
estado que se encuentran muchos de los objetos y piezas que pertenecen a la
historia de la tauromaquia.
También
dolor al contemplar como una fecha tan señera en la historia, como
fue la alternativa del Coloso de Gelves, no ha tenido ninguna significación
entre los mercaderes del toreo ni entre las instituciones públicas que gracias
a la obra de José, al popularizar la
fiesta y darle un volumen de riqueza importante han podido recaudar de manera considerable lo que en otros muchos
países no existe. El IVA por Tauromaquia.
Chicuelo, Alameda de Hercules, nexo entre dos grandes Gallito y Manolete,
Pero
dejemos el mercado y volvamos al templo:
...a sentir a Gallito vivo en nuestras
miradas, al pisar la Maestranza, al visitar la Alameda de Hércules, al contemplar Pino Montano, la que fuera su
casa, al ver los restos ruinosos de una pequeña pared que aún queda de la
Monumental de Sevilla, por la que fue crucificado… pero donde más vivo hemos
visto a José, ha sido al contemplar a la Virgen de la Macarena, su Virgen, la que le guardó luto a su muerte y hoy
llevaba gozosa las joyas que el le regaló porque su hijo, el más grande, cumplía
100 años de Matador de Toros.
Y
tan vivo sigue José, que todos, año tras año, como si cada día lo viéramos y
lo conociéramos de primera mano, nos pondremos de pie el 16 de mayo, y otros contemplarán el
paseíllo donde desmonterados por respeto a su memoria le recordaremos como un
amigo ausente.