miércoles, 18 de abril de 2012

¡Suerte, torero!

Saúl en Madrid. Mañana torea en Sevilla (foto de Paperblog)

Saúl Jimenez Fortes, el valiente torero malagueño torea mañana en Sevilla en su feria de abril la corrida del Ventorrillo. Nada más y nada menos que con Diego Urdiales e Iván Fandiño. Cartel que no dudamos en calificar del máximo interés.
 
 
Como es lógico, la Asociación de Aficionados Prácticos de Málaga ha querido acompañar al novel torero en esta tarde de su presentación como matador en la Maestranza Sevillana y se desplazarán a la capital andaluza algunos de sus miembros. Entre ellos y en representación de los ausentes, figuran nuestro socio de honor, el polifacético ganadero Juan Manuel Pozo y nuestro Vicepresidente, Jose Morente.

¡¡Suerte, torero!!


Saluda de Conchi Ríos

Conchi Ríos ante un novillo de tremendo trapío


Conchí Ríos la valiente novillera murciana y sobrina de nuestro socio y amigo Juan Guadalupe nos ha hecho llegar, a través de Juan, esta foto dedicada a nuestra Asociación.

La novillera que toreó en Madrid el pasado domingo en tarde de mucho viento repite en las Ventas el próximo día 14 de mayo tarde en la que le deseamos toda la suerte necesaria en esa plaza y, sobre todo,... sin viento.

Además, esperamos ver pronto a Conchí por Málaga para poder departir con ella en amigable tertulia sobre nuestra común afición a los toros.



domingo, 15 de abril de 2012

Un (muy buen) día de campo


Paco, José Ramón, Antonio, Fernando, Mario, Francis, Carlos, Gastón, Jose, José Luis y Antonio

Volvimos a Martelilla (¿Donde, si no?) pero esta vez no como Asociación sino con el pretexto de encontrarnos con nuestros buenos amigos de Sevilla (Antonio y Jorge), Madrid (María Rosa y Andrés) y México (Maru y Gastón).

Tentadero con dos (como siempre) magníficas  becerras (muy terciaditas, que es como nos gustan a los aficionados... prácticos) pero que, también como siempre, pusieron a prueba nuestros escasos conocimientos.

No voy a contar lo que ocurrió en la plaza pues hoy se trataba de pasar una mañana de domingo abrileño en la campiña jerezana (¿Qué mejor sitio que este?), donde tuvimos la inmensa fortuna de que no nos molestara el viento (hizo Poniente). Y donde vimos toreo del bueno.

Gastón Ramírez quien fue el motivo y origen de este encuentro, estuvo sensacional pero lo mejor no fue como toreó (muy bien) sino el rato de grata compañía que nos regaló.

Para colmo disfrutamos viendo torear a dos grandes toreros: Fernando Cámara, quien siempre inteligente en la cara del toro, nos regaló su toreo preciso y pulcro y, esta vez, estirándose para solaz nuestro, y Mario Carrión, quien demostró que la edad es sólo un número en un carnet de identidad y puso la nota de elegancia y toreo añejo que tanto nos gusta como aficionados.

Tan o más que en la plaza, disfrutamos en la tertulia que se formó durante y despues de la comida en una Venta de Medina Sidonia y donde Andrés sentó docta cátedra y donde quedaron flotando en el aire los axiomas, consejos y reflexiones que nos quisieron regalar esos dos maestros del toreo que son Mario y Fernando.        

Con Mario, Fernando y Gastón

lunes, 2 de abril de 2012

Gracias a Fernando


Antes de empezar

Martelilla. 1 de abril de 2012
Pensamos los aficionados que el torero nace y no se hace. Y aunque pueda perfeccionarse con el tiempo a base de duro entrenamiento y máxima concentración creemos que necesita unos mimbres mínimos de origen ya que, en caso contrario, estaría abocado al fracaso más absoluto.

Será verdad, y así pensaba yo hasta ayer en Martelilla cuando despues del magnífico día que disfrutamos acompañados por la  Peña Taurina de Fuengirola, tuve que cambiar de criterio, pues rectificar es de sabios, y llegué a la conclusión de que cuando hay un "maestro" con capacidad de enseñarte, uno (que en la vida civil es empresario, comercial, militar con graduación, arquitecto o jubilado) es capaz de coger una muleta, irse a la vaca (vaca que a nosostros nos parece el toro de Gerión) y pegarle un cambio por la espalda que no lo firmaría ni el mismisimo Paco Ojeda.

Y es que con la confianza que da Fernando en la plaza cualquier cosa es posible.

Porque, que de un grupo de 10 ó 12, uno o dos toreasen medianamente vale, pero que lo hagan todos, roza el milagro.

Y es que milagro es el el toreo si se piensa detenidamente. Yo, por mucho tiempo que pase, muchas corridas que vea y muchas vaquillas que muletee todavía sigo sorprendiendome (y disfrutando) cada vez que una res elige seguir el camino que le marca el capote y la muleta y elude el cuerpo del diestro pese a tenerlo tan cerca y tan a mano. Infinita nobleza la del toro de lidia ese animal que unos "animalistas" desorientados quieren hacer desaparecer de este mundo.

Homenaje a Salvador Vega


La entrega del premio a Salvador Vega

Lo contaremos más despacio pero el tentedero de ayer sirvió de homenaje al diestro malagueño Salvador Vega quien como se dice nos honró con su presencia y que incluso tuvo el detalle de echarnos una mano poniendo mano a mano con Fernando Cámara (y con el novillero Hugo) las vacas al caballo.

Salvador se resistió a salir pero al final dejó muestras de us incomparable clase.


Y vamos al toro que es vaquilla

Un sonriente torilero


Es dificil elegir por donde empezar en una crónica como esta dado el nivelazo de lo que se vio ayer. Lo mejor, contar como fueron las reses de Martelilla que ayer salieron (las 4) superiores. Gracias, ganadero. Además, el sorteo hizo cierta justicia pues las dos más complicadas, las que más tuvieron que torear (la tercera y la cuarta), les correspondieron a algunos de los compañeros más placeados.

La última fue para los amigos de José Luis y ya amigos nuestros, Antonio y Francisco, quienes, dado el oficio que atesoran consiguieron no sólo no verse desbordados por la bravura de la res (5 varas, la úlrima arrancando desde toriles) sino torear como mandan los cánones.

Antonio de Cádiz. Con mucha clase


Francisco de Cádiz. Firmeza y juventud. ¡Casi ná!


En esta vaca salió también Pepe Ortiz, muy tranquilo siempre y eso que -convaleciente- no estaba en las mejores condiciones para ponerse delante... ¡Pero se puso!

Pepe salió enfermo. ¡Ánimo, torero! 


La tercera fue de esas reses que ponen a prueba el saber y el conocimiento del torero (o del aficionado) pero como le tocó primero a Tomás Gasset que está hecho un Jabato, nadie se enteró de lo complicada que fue. Tomás tuvo que pechar con las complicaciones del animal que exigía unos matices técnicos (sobre todo por su pitón izquierdo) dificiles para unos principiantes como nosotros pero, lo dicho, el valor es de todas las virtudes toreras la más importante y con diferencia y Tomás hizo honor a su nombre y firmó una actuación de categoría. Para mí, en su conjunto, de lo más importante que vimos ayer.

Tomás. Valiente siempre. Se llevó una paliza.


Salió después José Luis Molina,  el artista más artista del grupo y veedor de la Asociación. En esa última función ayer estuvo excelso, insigne y magnífico (De seguir así habrá que asignarle el cargo con carácter vitalicio) y como torero... también.

La vaca complicada -lo he dicho- pero para listo nuestro compañero quien además está muy puesto, por lo que resolvió con solvencia y el agrado del respetable la difícil papeleta. Siempre se espera mucho de este torero quien no siempre cambia la moneda. Ayer la cambió. Tanto es asi que no había entrado en el burladero y ya le llovían ofertas de apoderamiento (En vano, pues la exclusiva la tengo yo. ¡Que tiemble la casa Chopera a la que vamos a poner -por primera vez en la historia- a los pies de un torero!).

El arte caro de José Luis Molina


Otro que creíamos artista y se reveló valiente, además de artista, fue José Ramón Cruz del Campo quien se sobrepuso a una cogida y, pese a ello, toreó relajado y muy bien. Me gustó mucho. Pues mucho me gusta el toreo puro, elegante y (¡ojo!) muy de frente. El toreo, en resumen, que gusta a los puristas y a los aficionados más exigentes. Ahí va la prueba gráfica. En Madrid, puede formar un lío gordo.

José Ramón. El toreo más clásico. Listo para Madrid



La vaca segunda fue la más  noble (¡Y qué noble!) la paré yo con el capote, llegando -como a mí me gusta- en cuatro lances a los medios.

Luego metida en la muleta se dejó hacer de todo desde el toreo en redondo ligando naturales y derechazos hasta, como dije, un cambio por la espalda. Brava y buena vaca.

José Morente. Un capotazo de salida


Lo de Oscar López fue de asombro. La vaquilla había perdido ya su punto de velocidad de salida y empezó a andar a cámara lenta con un galopito precioso y preciso y muy, muy metida en la muleta. Dicen que los toros bravos descubren a los buenos toreros. Con eso está dicho todo sobre Oscar quien, en mi opinión, dio los dos naturales más lentos y templados que se han visto este año en nuestro grupo.

Oscar López. ¿Se puede torear mejor?


Paco Gallardo es un caso de esfuerzo y decisión ya sea para montar una peña en la guerra de Bosnia o para parar, templar y mandar a una res. Y Paco que tiene un pronto genial (de genio) supo atemprerarse ante la vaca y torearla con pureza y su puntito de arte. Eso sí, sacando pecho como corresponde a su concepto heroico del toreo. Un gustazo verlo torear así.

Paco Gallardo. Muy firme y arrebatado


Y vamos con la primera que fue jamón de bellota. Brava, noble, dura en el caballo. Una vaca que da lujo a una ganadería de primera. Y que le correspondió al grupo de noveles. Noveles en el toreo, claro....

Carlos Barrera es el futuro. Lleva tres tentaderos y pocas clases (De aficionado que de las de Presidente ya lleva unas cuantas más). Como está poco placeado, no acabó de encontrarse a gusto pero consiguió dar tres o cuatro pases de cartel. Inserto uno de ellos. Su concepto del toreo promete, pues su colocación le permite alargar mucho el pase. Estoy seguro que aquí hay torero. Tiempo al tiempo.

Podría decir muchas más cosas de él, pero tiene una deuda pendiente con este cronista, así qué...

Carlos Barrera. Alargando la embestida


Otro que representa el futuro, es Antonio G. Amarillo. De Curro Romero acá no he visto un torero con mayores contrastes, capaz de pasar de lo más bajo a lo más alto en un santiamén. Curiosamente, su estética no es gitana sino profundamente amanoletada.

Ayer tuvimos suerte pues tocaba el día bueno aunque sólo nos regaló dos tandas pues este tipo de torero no suele prodigarse y cuando torea casi siempre nos deja con la miel en los labios.  De el se puede decir lo mismo que Manolete dijo de de Pepe Luis: "Si además de arte se arrimara todos los días, acababa con todos".

Antonio G. Amarillo. Verticalidad amanoletada

Curro, el más nuevo del grupo, era la primera vez que toreaba con nosotros y sorprendió aunque quizás no tanto pues ya en la plaza en los entrenamientos se le veían unas muy buenas maneras. Las mismas que demostró en su vaca. Se espera con agrado su próxima actuación.

Curro. Oficio y experiencia

Exprofeso, he dejado para el final a nuestros dos compañeros: Juan Guadalupe y Paco Orador.

A esa primera y brava vaca, la recibió con la muleta Juan Guadalupe quien ayer descubrió el toreo en redondo. Juan que, como Belmonte gusta de torear por un pitón y otro, ayer se dio el lujazo de rematar el pase, girar sobre los talones y ... darle el segundo. Y, todo eso, con la izquierda.

Juan Guadalupe. ¡Con la izquierda!

En el caso de Paco Orador el toreo se convierte en puro sentimiento. Que es lo que Paco derramó ayer en la plaza. Tras varios lances de magnífico trazo pero más intuidos que acabados se creó la lógica expectación, que reventó con varios muletazos rematados de Orador que provocaron el consiguiente júbilo del público y de sus compañeros.

Paco Orador. Sentimiento a flor de piel.


Ya he dicho al principio que torear es casi un milagro. Milagro que, en nuestro caso (Juan y Paco son la prueba fehaciente y más palpable, pero también lo somos todos los demás)  tiene nombre y apellidos:

Se llama Fernando Cámara.


   

Antes de comenzar, Fernando da las últimas instrucciones