Por Paco Gallardo
El río suena y no cesa. ¿Es el de la crisis? No, es el caudal de aficionados prácticos, que como una gota fría irrumpen en el panorama taurino, como si en la costa mediterránea fuera este otoño de caudal infinito. Pero esta avalancha de hoy en día, siempre ha sido fina lluvia en el transcurrir de la historia. ¿Qué ha cambiado?
Siempre han existido grandes aficionados que además han disfrutado de manera práctica de su pasión, pero casi siempre han sido personajes o gente vinculada al mundo del toro o su entorno.
Camarón en redondo
Es evidente que son muchos los factores que han posibilitado esta aparición casi masiva de aficionados que no se resignan a ser meros espectadores de un expectáculo tan particular.
Grandes y valientes aficionados
El principal, a mi parecer, es la reacción contraria hacia la tauromaquia que sufrimos por los diferentes poderes, ya sean institucionales o no. También una reacción de autoestima y afirmación posibilitada por un tiempo nuevo donde se abren horizonte hasta entonces vedados.
Joaquín en una media seguro que muy ajustada
Han querido meternos en el armario, que para la ocasión estaba algo vacío, a los taurinos. La reacción contraria a lo impuesto, no se ha hecho esperar, algo genuino en el pueblo español, inmerso en este carácter de contrariedades y que hace a España tan diferente.
Estas reacciones le valió derrotar al invicto Napoleón dueño de Europa o simplemente reivindicar la capa larga y el sombrero español, entre otras cosas, frente a modas extranjerizantes impuestas por Esquilache.
Motin de Esquilache por Francisco de Goya
También se han abierto santuarios sagrados del
campo bravo, renovarse o morir. Abrirse y ser transparente para resistir, no sólo a la ayuda europea, también a otras ideas. Los
nuevos tiempos han traído cosas impensables no hace mucho tiempo. Por otro lado,
las Escuelas Taurinas como la de Málaga, han apoyado desde sus estatutos a este
colectivo, también, diferentes personalidades del mundo del toro por diferentes
motivos se han puesto mano a la obra.
Bolsín benéfico
Y en tromba se ha salido a torear a las
calles, y a gritar sin tapujos y en voz alta ¡yo soy taurino! Proclamación de la fe taurómaca. El colectivo es más importante de lo
que parece, especialmente, porque no tiene marcha atrás. Una vez probado el
veneno, no tiene cura. Ciudades como Madrid, Sevilla, Málaga, Jaén, Córdoba,
Granada, Zaragoza… tienen su colectivo.
Curro Romero le corta la coleta de Torero al inmenso Juanito
Todos han sentido la emoción de dominar los
instintos, su propia naturaleza, y creer
en la inteligencia, no cabe mayor revolución, proclamar la fe en si mismos,
creer en el hombre como centro del universo, mucho antes que lo proclamaran en Italia ese nuevo "renacer", saber que se puede vencer y vencer,
aunque se implore la ayuda divina. Tener
la opción de no comprometerse, y comprometerse, de dar el "pasito", tirar hacia
delante. De principio a fin, a pesar de no ver luz en el túnel,pero, saber que se
hará.
No olvidemos que es en una escala muy diferente aunque nadie nos quita nuestros miedos
Vivir de primera mano la magia del toreo, vivirla en tu experiencia. Esta magia quizás sea el antídoto para la crisis, crisis que siempre ha sabido vencer airoso el pueblo español. Tantas veces burlado como el toro.
"Como el toro, te sigo y te persigo,
Y dejas mi deseo en una espada,
Como el toro, burlado como el toro
Miguel Hernández "El rayo que no cesa"
En crisis como
las guerras de sucesión al trono
español, de la independencia, o la triste fratricida, la tauromaquia ha sido un
resorte contra ideas impuestas foráneas o un grito de libertad en el único
parlamento abierto donde manifestar la clara oposición al poder. Imponerse a la
autoridad, solicitad a voz en grito lo que se cree en justicia, y en muchos
casos ser el único sitio donde mofarse
de ella.
¿Y que es el toreo, sino una mofa de todo el orden establecido? ¿Arriesgar la vida para crear belleza? ¿Reírse de la muerte? O ¿invitarla a una fiesta?
Pues quizás los aficionados nos burlemos de la crisis toreando. Sea lo que sea: Viva el Toreo.