domingo, 9 de septiembre de 2012

TRIBUTO A JOSÉ

El genio, el hombre, el torero


Se cumple el centenario de la alternativa de Gallito. E 28 de septiembre de 1912 su hermano Rafael, el Divino Calvo, lo doctora en Tauromaquia, así “Gallito Chico” con tan sólo 17 años se hace matador de toros,  y aún hoy se lo agradecemos. Nunca podremos pagar lo que este genial gitano, eterno torero, a hecho por el mundo del toreo.

Alternativa el 28 de septiembre de 1912



Un visionario, un incomprendido como adelantado a su tiempo, y un hombre que pagó con su sangre lo que más quería, en lo que siempre creyó: el amor al toreo.

Con él, crece la tauromaquia y lo que conocemos como toreo moderno, aparecen las Monumentales,  incluida la de Madrid o Barcelona entre tantas, el toreo se globaliza en una España que vibrará con el. 

A hombros en Madrid 



En el confluye todo el toreo de la época, el que le llega por sangre y el que un día Belmonte le arroja. Lo asimila y lo mejora y hasta el propio Belmonte supera su destino ese que  le otorgaron,  el de morir en la plaza. ¿Que hubiera sido de Belmonte sin José?
Al fondo Calderón, algo más que un acompañante


José no tubo rivales en los ruedos, a Belmonte lo integró, pero más allá de la arena la cosa fue distinta, sufrió de la incomprensión de un mundo xenòfobo que le sesgó el amor.

También sufrió unos estamentos sociales que no vieron más lejos de sus intereses y privaron a Sevilla de una Monumental con capacidad para 23.000 personas, inaugurada en 1918, los mismos planos sirvieron para levantar la plaza de Pamplona. Esta plaza hubiera podido popularizar el toreo en la gran época de Plata, esa tan grande como la de Oro. Con su muerte desapareció esta plaza que llegó a competir con La Maestranza.


Con el toro siempre mantuvo un idilio especial, conocía a la perfección encastes y reatas, si Bailaor, no lo remedia hubiera sido ganadero, además del tronco que ha hecho evolucionar el toreo, Mora Figueroa- Tamarón, en ello también fue un visionario. 

El propio José tentando a caballo


El toro que apartó al Espartero, otro adelantado a su época, el mismo toro que hace morir al profeta de Belmonte, Antonio Montes, el primero del que se dice aquello de “merece la pena pagar la entrada solo por verle dar el paseíllo”, no era el toro para el nuevo toreo. 

Se necesita un toro bravo, el que quiera coger la muleta

Lo proporcionan ganaderos que se nutren de su conocimiento y de las incipientes derivaciones de Ibarra, Saltillo o Sta. Coloma, mezcla de ambos, todos ellos proporcionarán el toro que propicia el toreo, no el que atropella y mata caballos ya famélicos, donde la faena de muleta era una mera preparación para la muerte y cualquier pretensión artística queda muy lejos en aquel mundo de gladiadores.

El tercer aviso, pintura de Mariano Benlliure


Era otra fiesta. Entre 1900 y 1913, se registran las muertes de diez picadores frente a seis matadores de toros. Es cuando se ensueña un algo más: el toreo, el querer parar, domeñar las embestida, ligar, transmitir sentimientos. Se pagarán los intentos con sangre. E 1934, con estas pretensiones y el toro del grano, cayeron doce toreros por cornadas, entre ellos el llorado Sánchez Mejías.


El primer beneficiario, de estos avances, será el genial Chicuelo que cambiará el toreo con Corchaito, naciendo el toreo ligado, pero ya en el año 1928 y con muchos muertos atrás que quisieron hacerle el nuevo toreo a un toro que no existía aún.

Tras este encuentro nada será igual


El gran catalizador de toda esta génesis es nuestro José, y quien mejor que Belmonte para añorarle y torear por “Gallito” en el fundir de los dos: ligazón y temple, por su puesto palabras nuevas.

Más cerca, más largo, más despacio lo proporcionará un toro bravo, no sólo un toro simplemente fiero o poderoso.


La Bravura, sin ella no existe el toreo


José, también especializa las cuadrillas, obseso de la lidia perfecta, como apoyo del argumento del toreo. Otros de sus grandes continuadores serán los ahijados Dominguín y Camará que darán una vuelta más de tuerca en lo aprendido de su admirado José.

Faltaba el toro para crear lo que ya se conocía

Nunca podremos olvidarle, y menos como nos relata el gran escritor Paco Aguado en una obra cumbre en la literatura taurina “El Rey de los Toreros” :  : “Aquel 21 de Octubre de 1934, el gran y veterano Belmonte hace el paseíllo junto a Marcial y Cagancho para estoquear una de Carmen de Federico. La ganadería que José había conseguido salvar para la historia, en la plaza que el propio José había diseñado, Juan le corta a Desertor el primer rabo en Las Ventas. Aquel día es la luz de Gallito es la que planea en el ruedo de la moderna tauromaquia, el propio Belmonte quien mejor lo apreció: “-sentí que a mi lado hacía el paseíllo José-



Obra cumbre de la literatura taurina, necesitamos su reedición



 Mi amigo José Morente nos propone desde su blog “la razón incorporea” un viaje en el tiempo  el 29 de septiembre, sin duda lo realizaremos.

Itinerario previsto.

Para más información:


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