domingo, 15 de julio de 2012

Vilariño

Por Clarito

Como dijimos el pasado sábado día 30 de junio nos fuimos a Vilariño, ganadería de uno de esos encastes "raros" hoy día en época tan monotemática desde el punto de vista ganadero pero que nos encandila como aficionados.

Y el caso, es que ninguna de las dos vacas defraudó las espectativas que llevábamos, si bien duró más la primera de ellas (le dimos incontables pases) las dos fueron muy buenas.

El tentadero sirvió además para el debú de nuestros compañeros Juan Bonachera y Paco Guerrero debutasen en las lides taurinas lo que hicieron con singular fortuna y suerte, además de exhibir variopintos recursos que les hicieron confiarse en estas lides taurinas nuevas para ellos.

Le tocó con la muleta abrir plaza a Juan Guadalupe quien estuvo más que digno, pues salir por delante cuando todavía no se han visto defectos y virtudes que pueda atesorar el ganado es cosa de valientes y legionarios.

Hablando de valientes, Paco Gallardo estuvo en su línea habitual en progresión geométrica, cada vez más seguro en la cara de las reses. Me gustó con el capote.

Yo, poco a poco voy encontrándome y resolviendo esas dudas que tenía estos últimos tentaderos. Empiezo a estar cada evz más cómodo en la cara de las reses.

El Pelos (como le llamaron los vaqueros de la ganadería) destapó el frasco de las esencias. Es curioso como en un solo muletazo se puede ver la tendencia y estilo que nos gusta a cada uno. Bueno, esto es relativo porque José Luis torea con arte y le gusta el toreo de arte, pero otros mantenemos aún nuestras contradicciones entre lo que nos gusta y lo que intentamos hacer en la placita de tientas.

Francis (de Cádiz) paró su primera vaca y con el intento ya está hecho el elogio. estuvo cumbre (ya no es noticia) con la muleta.

Y me dejo para el final a Curro quien no se acaba de ver en las fotos pero que en la plaza demuestra una firmeza y un sabor torero que me encanta.

Al final, sabrosa (sabrosíma tertulia y almuerzo) al resguardo de la arboleda de entrada a la plaza con David y Miguel quienes nos atendieron mucho mejor de lo que nos merecemos y que nos permitieron compartir con ellos un rato entrañable.

PD: Del maestro Fernando, ya no digo nada pues sobran las palabras. Fernando estuvo como siempre cumbre en los quites y en las explicaciones. Hoy por hoy, sin él no vamos ni a la esquina.